La obtención de beneficios es el objetivo común de todas las empresas, pero no todas tienen la misma oportunidad de obtener beneficios; las pequeñas empresas no tienen capacidad para incidir en los precios y se muestran muy sensibles a los cambios en el mercado.
Una pequeña reducción del precio de mercado,
puede significar una pérdida económica significativa, incluso cuando estas
empresas obtienen beneficios, tienen que estar muy atentas a los nuevos
productos o a los cambios de la tecnología.
En cambio, las grandes empresas tienen poder
para subir los precios, moldear los gustos de los consumidores a través de
estrategias de publicidad, o incluso impedir a los posibles competidores entrar
en el mercado. Por ello, las grandes empresas tienen una mayor capacidad para
proteger y perpetuar sus beneficios.
En la vida real, no sólo hay grandes empresas
y pequeñas empresas; éstas son los extremos de la estructura del mercado que
muestran el grado de poder de mercado que tiene una empresa.
Estructura de
mercado: se
refiere al número de empresas que hay en una industria (entendida ésta como un
grupo de empresas de similar actividad económica) y tu tamaño relativo. En un
extremo se encuentran las empresas que no tienen ningún poder sobre el precio
(empresas precio aceptantes), son las denominadas empresas competitivas.
Mercado de
competencia perfecta: está integrado en su totalidad por un gran número de empresas, que
aceptan el precio que resulta del libre juego de la oferta y la demanda. El
monopolista, al ser el único oferente, tiene poder para fijar los precios de
mercado.
Mercado
monopolístico: está
formado por una única empresa que produce toda la oferta de un determinado
bien.
Entre el monopolio y la competencia perfecta
existen dos tipos de mercado: el oligopolio (cuando existen pocos vendedores) y
la competencia monopolística (muchas empresas venden productos similares pero
no idénticos).
Competencia perfecta
Un mercado de competencia perfecta en aquel
en el que existen muchos compradores y vendedores, de forma que ningún
productor tiene capacidad para influí en el precio de mercado. Las empresas de
este tipo de mercados, tienen una producción muy pequeña en relación con el
volumen del mercado, de tal modo que sus decisiones de producción no ejercen
ninguna influencia perceptible en el precio. El mercado competitivo debe
cumplir una serie de condiciones:
- Las empresas son precio-aceptantes. Las empresas individualmente no tienen capacidad para fijar el precio, venden al precio fijado por el mercado.
- Existe un elevado número de oferentes y demandantes. La decisión individual de cada uno de ellos ejercerá escasa influencia sobre el mercado global y no tendrá ninguna influencia sobre el precio de mercado.
- Homogeneidad del producto. No existen diferencias entre el producto que vende una empresa y el de las demás.
- Información perfecta. Requiere que todos los participantes tengan pleno conocimiento de las condiciones generales en que opera el mercado.
- Libertad de entrada y salida de empresas. Todas las empresas participantes podrán entrar y salir del mercado de forma inmediata en cuanto lo deseen, es decir, no hay barreras a los nuevos competidores.
Cuando
se cumplan simultáneamente todos los requisitos anteriores, se dirá que es un
mercado de competencia perfecta. En la vida real, existen pocos mercados
totalmente competitivos pero, sin embargo, aparecen numerosos productos cuyos
mercados reúnen unas condiciones similares a las propias de la competencia
perfecta.
EJEMPLO:
lonjas de pescado. El intercambio se realiza mediante una subasta en la que
participan numerosos compradores y un gran número de vendedores. Determinados
mercados agrícolas, también reúnen las condiciones de la competencia perfecta.
La
distinción fundamental entre Ford y un pequeño agricultor, se debe a la
capacidad de la primera para alterar los precios del mercado. Ambos tienen la
misma motivación: producen para ganar dinero y, por tanto, tratan de producir
la cantidad que maximice el beneficio.
En los
mercados competitivos, la tendencia es que a largo plazo, los beneficios extra
desparezcan y se obtengan beneficios normales, o beneficios nulos, es decir,
que los ingresos que obtengan las empresas sólo permitan cubrir los costes,
incluida la retribución normal de los empresarios.
La
existencia de beneficios extra en un mercado competitivo provoca la entrada de
los nuevos oferentes, mientras que la existencia de pérdidas provoca la salida
de empresas, de este modo el mercado se estabiliza.
Competencia imperfecta
Es poco
frecuente que encontremos mercados perfectamente competitivos, puesto que lo
normal es que los mercados no reúnan alguna de las características exigidas por
la competencia perfecta. Los productos vendidos por las empresas no suelen ser
homogéneos, pueden cumplir la misma función pero existen diferencias que
dependen de la empresa que suministra el bien.
Por
otro lado, es frecuente que existan barreras a la entrada de nuevas empresas a
determinados mercados; esto puede deberse
a la tecnología requerida o por la dificultad de acceder a determinados
factores productivos. Además, es frecuente que las empresas suelan tener un
cierto margen de maniobra para alterar el precio. Cuando se dan estas
condiciones, nos encontramos ante un mercado de competencia imperfecta.
Un
mercado de competencia imperfecta existe cuando las empresas que lo integran
tienen la capacidad de influir en el precio del mercado actuando
individualmente.
Los
mercados de competencia imperfecta son aquellos en los que el productor o
productores son lo suficientemente grandes como para tener un efecto notable
sobre el precio. En estos mercados el precio no se acepta como un dato ajeno,
sino que los oferentes intervienen activamente en su determinación.
Competencia monopolística
De las
condiciones exigidas para que se dé la competencia perfecta, la que más se incumple
es el supuesto de homogeneidad de los bienes y servicios intercambiados en un
mercado. En numerosos mercados los oferentes son muchos, las empresas y los
compradores disponen de información suficiente y hay libertad de entrada y
salida de los mercados, pero aún así las empresas tienen un cierto control
sobre el precio debido a que el producto no es homogéneo.
La
diferenciación del producto constituye un factor importante de creación de
situaciones no competitivas y en particular de la competencia monopolística.
La
competencia monopolística es la estructura de mercado en la que muchas empresas
venden productos similares, pero no idénticos. La diferenciación entre vienen y
servicios es la clave de la aparición de la competencia monopolística.
Son
cuatro los aspectos clave de la competencia monopolística:
- El mercado está atomizado. El sector está formado por muchas empresas y ninguna de ellas abarca una parte sustancial del mercado.
- Los bienes producidos por todas las empresas están diferenciados.
- Cada empresa tiene poder (limitado) para fijar el precio del producto cuando actúa individualmente.
- No existen barreras de entrada y salida del sector.
En
ocasiones, la publicidad se utiliza como señal de la calidad de los productos.
Muchas empresas, sobre todo empresas no competitivas que lanzan al mercado
productos o servicios escasamente diferenciados, se gastan grandes cantidad de
dinero en publicidad, para tratar de diferenciar los productos o servicios que
venden. Según algunos autores, las marcas transmiten información a los
consumidores y a la vez son un incentivo para mantener la buena calidad.
Por ello, muchas empresas consideran una
estrategia clave en el desarrollo de su negocio la creación de una marca de
prestigio y bien conocida por el público.
Oligopolio y monopolio:
me ha parecido una pasada de entrada. Seguir así chicos
ResponderEliminarMuchas gracias Mario. Me alegro de que te guste :)
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